Porque este nombre nos remite a nuestra infancia, lugar de alegría, inocencia y diversión.
Es en el humilde Taller de Gepetto donde con sus manos, herramientas y un trozo de madera pudo crear un muñeco “Pinocho”, que llego a transformarse en su hijo. Es ese el momento que nos inspiro, el Taller donde nace la magia, donde el amor que todo lo transforma lleva a Gepetto a creaciones sorprendentes, incluso lo imposible.
Así como Gepetto creamos diferentes opciones para sumar sonrisas en los niños y jóvenes que reciben nuestros juguetes.